Descubre las cosas imprescindibles que no puedes dejar de hacer en Lisboa

Si estás planeando visitar la capital de Portugal, debes saber que hay una serie de actividades que son imprescindibles en tu itinerario. En primer lugar, no puedes dejar de visitar el majestuoso Castillo de San Jorge, un antiguo castillo que se encuentra en el corazón histórico de Lisboa.

Otra de las cosas imprescindibles que no puedes dejar de hacer en Lisboa es probar la deliciosa gastronomía portuguesa. Prueba los típicos pasteles de Belém, dulces pasteles con crema de huevo que se venden en la famosa pastelería Pastéis de Belém. Además, no dejes de probar el famoso bacalao a la lisboeta, un plato típico y delicioso.

Si eres un amante del fútbol, no puedes dejar de visitar el estadio del Sport Lisboa y Benfica, uno de los equipos más importantes de Portugal. Aquí podrás hacer un recorrido por el estadio y disfrutar de una experiencia única.

Otra de las cosas imprescindibles que debes hacer en Lisboa es visitar el Monasterio de los Jerónimos, una impresionante obra arquitectónica que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este monasterio podrás disfrutar de una visita guiada y conocer la historia y la cultura de Portugal.

Por último, no puedes dejar de hacer una visita al barrio de Chiado, uno de los barrios más bohemios y turísticos de Lisboa. Aquí encontrarás una gran variedad de tiendas, librerías y cafeterías, así como hermosas calles empedradas y edificios históricos.

¿Que no se puede dejar de visitar en Lisboa?

La capital de Portugal es una de las ciudades más sorprendentes de Europa. Lisboa es una metrópolis que combina la historia con la modernidad y lo cambia todo con su arte callejero y la estructura urbana. Si planificas una visita a Lisboa, hay algunos lugares que no te puedes perder.

El primer lugar que debe estar en tu lista es el Barrio de Alfama. Este vecindario es uno de los más antiguos de la ciudad y se encuentra en una colina, lo que significa que tendrás vistas impresionantes del río y de la ciudad. Es un lugar para callejear, perderse y encontrar sitios interesantes, como restaurantes o bares con música en vivo.

Belenes es otro lugar que debes visitar. Este barrio es famoso por su Torre de Belem, uno de los símbolos de la ciudad, pero también encontrarás el Monasterio de los Jerónimos, la Fuente de Neptuno y el Monumento a los Descubridores. Además, es conocido por los pasteles de Belem, que deberías probar antes de irte.

Si quieres tener una vista panorámica de la ciudad y disfrutar de una experiencia única, deberías visitar el Castillo de San Jorge. Se encuentra en lo alto de una colina y te ofrece vistas impresionantes de toda la ciudad. El castillo es impresionante, tanto por sus muros y torres, como por el ambiente medieval que se respira en él.

Otro sitio que debes visitar es el Mercado de la Ribeira. Este mercado es un lugar moderno, lleno de vida y sabor. En su interior, encontrarás una gran variedad de alimentos y bebidas, desde los más tradicionales hasta los más innovadores. Si te gusta disfrutar de la buena gastronomía, este es tu lugar.

Por último, deberías dar un paseo por la Avenida de la Libertad. Esta avenida es la más importante de la ciudad y cuenta con edificios históricos, restaurantes, tiendas y mucho más. Además, es un lugar de encuentro para muchos lisboetas y un sitio donde disfrutarás de la vida de la ciudad.

En resumen, Lisboa es una ciudad que ofrece mucho que ver y hacer. Visita el Barrio de Alfama, Belenes, el Castillo de San Jorge, el Mercado de la Ribeira y la Avenida de la Libertad para tener una experiencia completa de la ciudad y su cultura.

¿Que ver y hacer en Lisboa en 3 días?

Lisboa es una ciudad llena de encanto donde puedes disfrutar de una amplia variedad de actividades durante tu estancia. Si solo dispones de tres días, te recomendamos los siguientes planes.

Comienza el día visitando el famoso barrio de Belém, donde podrás ver la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubrimientos. Después, disfruta de un pastel de nata en la mítica pastelería que lleva su nombre, Pasteis de Belém.

En tu segundo día, dedica la mañana al Castillo de San Jorge, ubicado en el casco antiguo de Lisboa. Desde allí, podrás disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad. Luego, dirígete al barrio de Chiado, donde podrás degustar la gastronomía portuguesa en sus numerosos restaurantes.

Para este tercer día, te sugerimos visitar el Oceanario de Lisboa, uno de los acuarios más grandes de Europa con una gran variedad de especies marinas. Después, continúa hacia el Parque de las Naciones, donde tendrás la oportunidad de disfrutar de la arquitectura moderna de la ciudad, incluyendo el Puente Vasco da Gama y la Torre Vasco da Gama.

No te olvides de pasear por los barrios típicos de Lisboa, como Alfama, Bairro Alto y Mouraria, donde descubrirás la verdadera esencia de la ciudad. Con estos planes, seguro que aprovechas al máximo tu estancia en Lisboa. ¡Disfruta!

¿Cuántos días son suficientes en Lisboa?

Si estás planeando ir a Lisboa, probablemente te preguntarás: ¿cuántos días son suficientes para conocer esta maravillosa ciudad? La respuesta no es fácil, pues dependerá de tus intereses, disponibilidad y presupuesto.

En general, se recomienda dedicar al menos tres días para conocer lo esencial de Lisboa. Con este tiempo podrás visitar los lugares más icónicos como la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos, el Castillo de San Jorge, el barrio de Alfama, entre otros. También tendrás tiempo suficiente para probar la deliciosa comida portuguesa en algún restaurante tradicional y recorrer las calles del centro histórico.

Si tu presupuesto y tiempo te lo permiten, cinco días pueden ser una buena opción para profundizar aún más en la cultura y vida de los lisboetas. Podrás hacer paseos en bote por el río Tajo, visitar museos como el Museo Nacional de Arte Antiguo o el Museo Calouste Gulbenkian, y hacer una excursión a Sintra o Cascais, dos destinos cercanos que te enamorarán. Además, tendrás más tiempo para disfrutar de la vida nocturna, visitar mercados y tiendas locales, y relajarte en algún parque como el Parque Eduardo VII.

Ahora bien, si eres un viajero empedernido y te gusta conocer cada rincón de las ciudades que visitas, siete días pueden ser la opción ideal para ti. Con este tiempo podrás no solo disfrutar de los lugares más turísticos sino también de los barrios menos conocidos como Bairro Alto, Graça y Mouraria. Además, podrás hacer excursiones a lugares cercanos como Óbidos o Estoril, practicar surf en la costa portuguesa o disfrutar de un día en alguna de las playas cercanas.

En definitiva, Lisboa es una ciudad que puede ser disfrutada en distintos tiempos. Lo importante es elegir el número de días que mejor se adapte a tus planes y hacer de tu viaje una experiencia inolvidable.

¿Que hacer el primer día en Lisboa?

El primer día en Lisboa es emocionante y lleno de posibilidades. Lo recomendable es empezar temprano y aprovechar al máximo la ciudad. Para empezar, visitar el Castillo de San Jorge es una excelente opción. Este castillo medieval ofrece impresionantes vistas de la ciudad y tiene una rica historia que se remonta a más de 2,000 años.

Después de visitar el castillo, es hora de dar un paseo por el casco antiguo de la ciudad, conocido como Alfama. Este barrio histórico es famoso por sus estrechas calles y edificios antiguos con balcones de hierro forjado. Allí encontrarás tiendas de artesanía, pequeñas tabernas y restaurantes tradicionales. Además, no te pierdas la Catedral de Sé de Lisboa, la principal iglesia de la ciudad que data del siglo XII.

Otra opción es visitar el Oceanario de Lisboa, uno de los acuarios más grandes de Europa. Allí podrás ver una gran variedad de animales marinos, incluyendo tiburones, rayas y peces exóticos. Si viajas con niños, es una opción imperdible.

Por la tarde, atraviesa el Puente 25 de Abril, que une Lisboa con Almada y ofrece increíbles vistas del río Tajo. Una vez allí, visita el monumento de Cristo Rey, similar a la estatua de Jesús en Río de Janeiro. Desde allí tendrás vistas panorámicas de la ciudad.

Para finalizar el día, disfruta de una deliciosa cena en uno de los muchos restaurantes típicos portugueses de la ciudad, con especialidades como el bacalao, el cochinillo o el marisco. Y si tienes energía suficiente, no te pierdas la vida nocturna en el barrio de Bairro Alto, conocido por sus bares y discotecas.

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