Cangas de Onís es una pequeña ciudad situada en el norte de España, en la comunidad autónoma de Asturias. Su nombre puede que no llame la atención a simple vista, pero tiene una rica historia detrás.
La ciudad se encuentra en la Vía de la Plata, una de las rutas más antiguas de la Península Ibérica. Se cree que Cangas significa "campo" en lengua celta, ya que durante la Edad del Hierro hubo varias tribus celtas que se asentaron en la zona.
Por otro lado, el río que atraviesa la ciudad es el Río Sella, pero antiguamente se conocía como Río Onís. Se cree que este nombre proviene de la palabra latina "onyx", que significa "ónice" o "piedra preciosa". Esta teoría se sostiene debido a la gran cantidad de depósitos de este tipo de piedra que se encuentran en las orillas del río.
Pero además de estos datos, existe una leyenda que explica el origen del nombre. Según cuenta la historia, un rey asturiano llamado Pelagio se refugió en la ciudad y desde allí dirigió la lucha contra los invasores musulmanes. Un día, en el camino hacia la Batalla de Covadonga, el rey se detuvo en la orilla del río para descansar. Allí vio una luz blanca que salía de las aguas y al acercarse, descubrió una imagen de la Virgen María. Desde entonces, la ciudad fue conocida como Cangas de Onís, que significa "campo de la Virgen" en honor a esta aparición.
Cangas de Onís es un municipio ubicado en la comunidad autónoma de Asturias, en el norte de España.
Los habitantes de esta región son conocidos como cangueses, un nombre que se deriva del latín Cinga y que significa "lugar rodeado de montes".
La etimología también puede estar relacionada con el celta, ya que la región fue habitada por una tribu llamada los Cánicos.
Cangas de Onís es una ciudad importante en la historia de Asturias, ya que fue la capital del reino asturiano en el siglo VIII.
Es conocida por sus hermosas montañas, ríos cristalinos y monumentos históricos como la iglesia de Santa María, el puente romano, la capilla de San Antonio y la plaza del mercado.
Los cangueses son un pueblo orgulloso de su historia y cultura, y sus tradiciones y costumbres han sido transmitidas de generación en generación.
Cangas de Onís es una pequeña villa asturiana situada en la comarca de Los Picos de Europa, al norte de España. Su nombre tiene una curiosa procedencia, que se remonta a la época romana.
Según se cuenta, los romanos construyeron un puente sobre el río Sella en el lugar donde hoy se encuentra Cangas de Onís. Este puente, conocido como el Puente Romano, se convirtió en un importante cruce de caminos para el comercio y el transporte.
La villa que creció en torno a este puente tomó el nombre de Cynquesa, que significa 'cinco cabezas' en latín. Esta denominación hacía referencia a cinco montañas cercanas que se asemejaban a cabezas gigantes.
Con el paso del tiempo, el nombre de Cynquesa evolucionó hasta convertirse en Cangas, y más tarde se añadió el apellido de Onís en homenaje a Pelayo, el primer rey astur del que se tiene constancia histórica. Se dice que Pelayo tuvo su residencia en Cangas de Onís, y que allí estableció la capital del reino de Asturias en el siglo VIII.
Hoy en día, Cangas de Onís es una localidad turística muy popular gracias a sus paisajes naturales, su patrimonio histórico y su gastronomía tradicional. Un lugar que seguirá conservando su nombre y su historia durante muchos años más.
Cangas de Onís fue nombrada capital de España durante el siglo VIII, durante el reinado de Alfonso I. En aquellos tiempos, España estaba dividida en diferentes reinos y Cangas de Onís era la capital del reino de Asturias.
La elección de Cangas de Onís como capital de España tuvo lugar después de la victoria de Alfonso I en la Batalla de Covadonga, en el año 722. Esta batalla significó el inicio de la Reconquista, un largo proceso en el que los cristianos reconquistaron los territorios ocupados por los musulmanes en la península ibérica.
Desde su posición en el valle de Onís, Cangas se convirtió en un lugar estratégico para el control de toda la región. La construcción de la iglesia de Santa María y del primer palacio de los reyes asturianos contribuyó a reforzar su importancia.
Durante varios siglos, Cangas de Onís fue considerada la capital de la nación española, hasta que en el siglo XVI, la capitalidad pasó a Toledo. Sin embargo, el papel que desempeñó Cangas en el inicio de la Reconquista y su influencia en la historia de España convierten a esta ciudad en un lugar emblemático para todos los españoles.
La iglesia de Cangas de Onís es uno de los monumentos más destacados de esta localidad asturiana. Su nombre proviene de la época en que se construyó, durante la Edad Media, cuando estaba dedicada a San Pedro.
La construcción original de la iglesia de Cangas de Onís fue levantada en el siglo VIII, momento en que la ciudad tenía gran importancia política como centro del Reino de Asturias. Durante siglos, la iglesia cumplió funciones de gran relevancia en la comunidad local, como la realización de bodas y bautismos.
Uno de los aspectos más fascinantes del origen del nombre de esta iglesia es su relación con el Camino de Santiago. Algunas investigaciones sugieren que, durante la Edad Media, el templo pudo ser un importante punto de referencia para los peregrinos que iban hacia Compostela.
No obstante, una de las explicaciones más aceptadas sobre el origen del nombre de la iglesia de Cangas de Onís es que este proviene del latín canicas, que significa "canal". En efecto, se cree que la estructura original de la iglesia estaba construida sobre un antiguo canal romano que aún se conserva en la zona.
En definitiva, el origen del nombre de la iglesia de Cangas de Onís se envuelve en una mezcla de historia, religión y arquitectura que la hacen un patrimonio cultural inigualable en España.